Sitios para perderse: Amsterdam (II)

La primera parada de nuestro último día en Amsterdam fue en el centro comercial Kalverpassage. En su último piso, tiene un bar que se llama Blue con un mirador panorámico y estupendas vistas a la ciudad.

Por la mañana, fuimos al barrio de los museos. Habíamos decidido visitar el museo Van Gogh por lo que cogimos entradas a través de su web con antelación. La entrada es cara, 19 euros, y está masificado. Apenas puedes ver los cuadros porque hay hordas de gente delante tuyo. Me dio pena porque había pinturas bonitas e interesantes, pero no se disfruta nada así que no lo recomiendo. 

Aprovechamos para comer en el propio museo Van Gogh, que tiene un buffet aceptable aunque un poco subido de precio

Después dimos un paseo caminando por Vondelpark, uno de los lugares que más me gustó de esta ciudad, donde encontramos tulipanes, garzas y un montón de patos.

Por la tarde, realizamos el tour por el barrio rojo de Sandemans. Por una parte lo recomendaría para conocer esta parte de la ciudad aunque en el fondo no me gustó porque resta importancia a un problema tan importante como es la prostitución. 

Por último, cenamos en el restaurante Wolf Atelier un menú degustación de muy buena calidad.

En conclusión, Amsterdam me pareció una ciudad muy masificada y con mucho turismo a pesar de no ser muy grande. Tiene rincones y edificios bonitos, a pesar de lo cual pierde mucho encanto por la cantidad de gente (y de bicicletas) que encuentras a cada paso que das. Me quedé con muchas ganas de visitar más pueblos de Holanda aunque Amsterdam me dejase un poco fría.

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L.