domingo, 23 de junio de 2019

Sitios para perderse: Ámsterdam (I)

El segundo día de nuestra estancia en Holanda lo dedicamos a descubrir Amsterdam. Por la mañana, alquilamos una bicicleta. Me pareció un poco peligroso, porque aunque hay carriles bici, otras veces vas por la carretera. Entre todas las bicicletas que hay en la ciudad, los peatones que invaden los carriles y los coches, yo pasé un poco de miedo. Así que solo lo recomendaría si estás acostumbrado a andar en bicicleta.

Nuestra primera parada fue la calle Spuistraat, cerca de la Plaza Spui, que antes estaba llena de murales y artistas aunque ya no queda casi ninguno.






Luego paramos en el Mercado de las Flores, aunque es un poco decepcionante pues todos los puestos son iguales y, visto uno, vistos todos.




Llegamos hasta Vondelpark, por donde dimos una vuelta. Es un pulmón en medio de la ciudad al que merece la pena acercarse. Tiene un lago en el que hay patos y garzas. 


Al mediodía hicimos el Freetour con Sandemans, con el que descubrimos el centro de la ciudad, los canales, el barrio judío y una pequeña introducción a lo que mueve el barrio rojo. Sale desde la Plaza Dam donde se encuentra el Museo Nacional, el Palacio Real y la Iglesia Nueva. En mi opinión el canal más bonito es el de Herengracht y merece la pena pasear por el barrio Jordaan.





El lugar que más me gustó fue Begijnhof. Fue fundado a principios del siglo XIV para albergar a las beguinas, una hermandad católica con una forma de vida muy parecida a las monjas aunque tenían más independencia y libertad. Se encargaban de cuidar enfermos, huérfanos... Aunque a día de hoy, ya no quedan beguinas, en las viviendas del Begijnhof sólo pueden vivir mujeres. En él, además, hay dos iglesias. Una de ellas es inglesa y otra es católica. Esta última es una capilla clandestina y está escondida entre las casas, ya que la tuvieron que construir tras la Reforma porque la primera de ellas y más visible les fue confiscada. También en este lugar se encuentra la casa más antigua de Amsterdam y una de las dos únicas fachadas de madera que quedan en la ciudad. Es el número 34.



La última parada de la tarde fue la casa de Ana Frank, una visita obligada en mi opinión para conocer la historia de los judíos y lo que vivió Amsterdam durante la ocupación
A través de una audioguía te explican lo que sucedió en cada estancia, complementando las explicaciones con lecturas de fragmentos de El diario de Ana Frank. Logra transmitir a la perfección todo lo que se vivió allí, en la casa de atrás. Las entradas se agotan rápidamente por lo que recomiendo comprarlas a través de la página web. Salen a la venta 2 meses antes de la fecha de la visita.


Para terminar bien el día después de tantas emociones, quería recomendar un restaurante muy cerca de la casa de Ana Frank en el que se comen unas hamburguesas que están de lujo, de las mejores que he probado. Se llama Restaurant Black and Blue.


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L.

domingo, 9 de junio de 2019

Sitios para perderse: Voledam y Edam

Después de visitar Keukenhof y de vuelta en Amsterdam, nos dirigimos a la Estación Central para coger el autobús que nos llevaría a los pueblitos de Voledam y Edam. Existe un billete llamado "Waterland card" que es válido para los trayectos entre Amsterdam y los pueblos de las Waterland (Edam, Voledam y Marken son los más conocidos). Cuesta 10 euros y dura un día completo.

La primera parada fue Voledam, un pueblo de pescadores que nació siendo el puerto de Edam. Tardamos unos 30 minutos en llegar y nos bajamos en la parada llamada "Centruum". El tiempo había mejorado mucho y fue un gusto perderse por sus calles y pasear por su paseo marítimo.

 





Desde allí, cogimos de nuevo el autobús y nos dirigimos a Edam. Está muy cerca, a unos 10 minutos, y nos bajamos en la parada "BusStation Edam". Es un pueblo situado a orillas del lago IJsselmeer y, aunque su nombre nos sonará por el queso, te sientes en un cuento cuando paseas por sus calles y canales. 









Sin duda, recomiendo visitar estos dos pueblos. Nos quedamos con las ganas de visitar Marken porque nos dio tiempo. Se puede llegar en autobús o en ferry desde Voledam.

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L.

viernes, 7 de junio de 2019

Sitios para perderse: Keukenhof

El pasado mes de mayo, visitamos Holanda por primera vez y quería compartir impresiones sobre el viaje. El primer día aterrizamos muy temprano en el aeropuerto de Amsterdam, después de un agradable vuelo con KLM. Cogimos el tren para llegar a la ciudad; solo son unos 15 minutos de trayecto y cuesta 4,50 euros. Pudimos dejar las maletas en nuestro hotel: Room Mate Aitana, situado cerca de la Estación Central y dirigirnos hacia nuestro primer plan: Keukenhof, para ver tulipanes.

Habíamos comprado las entradas con antelación a través de This is Holland (web). Su precio fue de 38 euros e incluía el transporte hasta los jardines (ida y vuelta). El punto de salida del autobús estaba al lado de "A´DAM lookout". Para llegar allí desde la Estación Central, hay que cruzar en ferry (es gratuito). Además, ahí están colocadas las famosas letras de "IAMSTERDAM" así que aprovechamos a sacarnos una foto.



El viaje a los jardines duró unos 50 minutos. Hay opciones de llegar usando el transporte público, aunque nos decidimos por esta forma ya que era la más cómoda. Keukenhof son unos jardines de tulipanes que se encuentra en Lisse. Cada año se plantan unos 7 millones de bulbos florales y solo permanece abierto dos meses: de marzo a mayo normalmente. Para visitarlo, empleamos algo más de 2 horas.







En mi opinión no merece mucho la pena visitarlo, a pesar de que las flores son preciosas. Es cierto que nos llovió durante casi toda la visita y que había muchísima gente, pero lo encontré un sitio muy artificial (como un parque de atracciones de tulipanes).


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L.

domingo, 2 de junio de 2019

Sitios para perderse: South Queensferry

Un buen plan si te queda una tarde libre en tu viaje a Edimburgo es ir a los pueblos del Forth Bridge. Nosotros aprovechamos para conocer South Queensferry, un pueblo precioso con muchos pubs donde tomar una pinta, pequeñas tiendas y casas de colores. Desde sus orillas, tendrás vistas al Firth of Forth y al impresionante y fotogénico Forth Bridge, Patrimonio de la Humanidad, por el que circulan trenes. A pesar de que estuvimos atentos y de que hay carteles que avisan de su presencia, no tuvimos suerte de ver ninguna foca.







Para completar la excursión (nosotros no lo pudimos hacer por falta de tiempo) se puede atravesar el Forth Road Bridge caminando y llegar a North Queensferry. Otra opción es realizar la ruta por la costa desde South Queensferry hasta Cramond Village, que ya visitamos y os contamos sobre ello en este post. Por último, también se puede coger un ferri y visitar la isla de Inchcolm y su abadía.





Para llegar a South Queensferry desde el centro de Edimburgo nosotros optamos por el autobús. Otra posibilidad es ir en tren ya que tanto North como South Queensferry tienen estación de tren.

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L.