martes, 28 de enero de 2014

El juicio

Hoy me he quitado la primera de mis muelas del juicio. Dentro de 15 días, me toca otra. Aquí estoy en casa asqueada, dolorida y sin poder comer. ¿Por qué se llaman así? Porque como son los últimos dientes que salen, son los que traen la cordura, el final de la edad del pavo, etc.

Por eso, no os voy a hablar de la operación ni de mi convalecencia. Os voy a hablar de los 20 años y del ir madurando.

Es esa época en la que tienes que empezar a darte cuenta que no todo gira en torno a ti y a tus caprichos. Que tienes que ir tomando responsabilidad. Ir descubriendo cuáles son tus sueños y luchando por ellos (porque nadie te va a regalar nada). Pero también de salir con tus amigos de vez en cuando o de hacer locuras.

Ir equilibrando tu vida. Eliminar las cosas que te hacen daño. Potenciar todo lo que te pone contenta. No olvidar a esas personas que te sacan una sonrisa cada vez que hablas con ellas.

Cometer errores. Muchos. Aprender. Mucho más. Cada día por la noche, apunta al menos una cosa en una agenda que hayas aprendido hoy. Tú misma eres el mejor maestro que vas a encontrar en esta aventura llamada vida.

Aprende a perdonar. A ser menos egoísta. A demostrar a quien se lo merece. A rodearte de los de verdad. A ser sincera. A vivir feliz.

Así que con un poco más de juicio, me despido por hoy.

L.

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